BOWIE “LA TERREMOTO” BY LIO
Mi nombre es
Bowie y aunque primero me llamaron Aisha, mi actual dueño, debido a mis ojos,
me cambió el nombre por el de Bowie, como el cantante.
Mi historia
comienza en una perrera de Cheste en la cual nos abandonaron a mi hermano Zarc
y a mí. Javi y Marta nos vieron por Internet y se encariñaron de nosotros, como
no podían criarnos a los dos porque éramos muy pequeños y llorábamos mucho,
añorando a nuestra madre; me buscaron
una dueña. Pero al final no quiso quedarse con migo ya que no creía estar
preparada, rápidamente pusieron fotos de nosotros en una red social preguntando
si alguien sabia quien podría quedarse conmigo y mis dueños tras verme no se
lo pensaron mucho. Ellos ya tenían más y mi carita les enamoró (jajajajaja no sabían
lo que les esperaba).
Nada más
llegar me presentaron a mis nuevos
hermanitos, uno a uno, pues era una desconocida para ellos y me tenían que aceptar. Hubo una en especial (Lluvia) que rápidamente me adoptó como a una hija, me protegería
y cuidaría que nada me pasase. Hechas las presentaciones nos llevaron a dar una
vuelta por la zona que sería mi nuevo hogar y vecindario mis nuevos dueños tras ver que me llevaría bien
con mis nuevos tetes y tatas ya lo habían decidido sería una más en la familia.
Zarc se despidió
de mí llorando porque tardaríamos en volvernos a ver tiempo, un tiempo en que creceríamos
separados y quién sabe si nos acordaríamos el uno del otro.
Mi primer día
resulto fácil puesto que estuve muy entretenida con Ron, el más mayor de todos, Blau un
pati-largo que en cierta manera se parecía a mí y venía del mismo lugar de
donde me sacaron, Lluvia mi hermana mayor en el papel de madre, Leticia
la hermana mayor de blanca las cuales eran más reticentes a darme su cariño
porque ya tenían su mundo patas arriba puesto que también se estaban adaptando
a el cambio de vida. Ellas dos venían de Palamós donde vivían con su
otra familia y cambiaron de hogar al juntarse sus dueños que ahora serian los míos.
Al principio no me hacían las caricias que quería
puesto que mis dueños sabían que podría suscitar celos en los nuevos tetes aún y así, seguía pidiéndolas y Emilio me los hacía
a escondidas y me daba los besitos que necesitaba para calmarme, lo que no sabían
es que soy hiperactiva y no conseguirían jamás cansarme o que me calmara hasta
mi primer año y medio por lo menos.
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| Lluvia y yo |
Los más duro fue cuando no había ningún papí en casa me
dejaban con Lluvia porque éramos las dos un poco trastos y teníamos ansiedad por separación; rompíamos cosas y nos hacíamos nuestras necesidades por todas partes. En una de esas venadas mías a Emilio le destrocé los cables de la minicadena (jajajajaja me los comí) y a Raquel, que se cansaba de mis trastadas, le
destrocé la goma de la lavadora dos veces uff!!! Yo no quería pero me lo decía el corazón
de hacerlo y ya sabéis que entre el corazón y la cabeza hay que decidir y yo
soy un poco trasto lo reconozco y me tira la aventura de lo que diga el corazón
pero mmmmmmm ha veces no sale bien y hay que descubrirlo por una misma, lo cual
comprendí al escuchar varias veces (Bowie tienes todos los papeles para
llevarte las maletas para donde viniste) pero mis dueños discutían sobre mi carácter
y mis trastadas y sabían que si volvía a la perrera nadie me querría por como
soy, y siempre acaban decidiendo esperemos a que cambie poco a poco por que
decidieron que no era un juguete del cual cuando te cansas lo puedes dejar y yo
pensaba: uff de buena me he librado!  |
| Mi familía |
Lio
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